7:19 am, 19 de septiembre, 1985

Mi mamá me estaba dando de desayunar antes de irse a la oficina, yo en pijama, en mi cama, todavía me daban de comer en la boca. Había salido del hospital hacía apenas 6 días (para el cumpleaños 13 de mi hermana), luego de tres meses de casi completa inmovilidad, no tenía fuerza para sostener la cuchara pesada con el contenido de leche y cereales y veíamos eso en la tele, Hoy mismo, con Lourdes Guerrero, se fue primero la señal de Televisa, luego la luz eléctrica en casa.

Empezó el mini show, mi tía corriendo a la calle, luego mi tío...en calzones. Entonces nos dimos cuenta. el piso ondeaba, se zafaban las baldosas, tronaban las paredes y se caían los cuadros y el ruido...jamás he escuchado un ruido así y espero jamás escucharlo de nuevo, un rugido reverberando desde el interior de la tierra y supimos que este no era un temblor normal.

Yo no caminaba y mi mamá, que no pesaba más de 46 kilos me levantó: a su hija de 14 años con un corset de cuerpo entero de yeso y una escayola en la pierna, me alzo en brazos y se enfiló a la puerta. Me asustó tanto su descarga descomunal de adrenalina que le pedí me sentara en la cama, me ayudara a arrastrarme a la salida y me apoyara para ponerme de pie y salir, juntas, a la calle. Cuando todos decían que era tan fuerte que no se podían tener en pie sin sujetarse a algo, mi mamá y yo casi corrimos. Nos detuvieron en la acera nuestros parientes, veíamos como la casa de enfrente de tres pisos casi se venía encima de nosotros y los cables de luz chocaban y sacaban chispas hasta que se cortó completamente el suministro de electricidad.

Al final regresamos a casa, la pared del baño se separó completamente en dos, el cielo raso de una recámara se cayó, paredes cuarteadas pero estábamos bien, y yo empezé el lento proceso de rehabilitación.

No había luz pero la gente se fue a sus coches a escuchar las noticias por el radio, niños que no habían alcanzado a ir a sus escuelas pasaban corriendo voceando las noticias, no creo que nadie les dijera que lo hicieran, pero mantuvieron a toda la colonia informada "se cayó el Hotel Regis!", "se cayó el edificio Nuevo León!", se cayó televisa!", al principio pensamos que eran rumores infundados pero la consistencia de las noticias y los detalles que se iban aumentando nos hacia dudar. Mi mamá, a pesar del terremoto se había ido a trabajar, finalmente mi abuelita decidió mandar a la señora del quehacer por mi hermana a la secundaria. La luz regresó antes que ella. Fuimos de las primeras colonias en tener el servicio, para otros pasarían semanas. Efectivamente, televisa no tenía señal pero Jacobo (sólo se le mencionaba por nombre)transmitía en vivo por otra televisora, todo era cierto y todo era peor.

Mi tía se fue al centro como voluntaria, llegó, vió y regresó. No tuvo el corazón de aguantarlo, lloró semanas por lo que había visto. No teníamos mucho, nuestras vidas eran un caos entonces y el dinero era escazo, igual donamos cobijas, latas, medicinas, toallas...

meses después ya estaba reintegrada a la secundaria, aunque todavía enyesada, vinieron los peritos, dijeron que la casa era un riesgo y nos otorgaron un crédito. Y pensar que aún hay gente viviendo en lo que iba a ser un refugio temporal.

25 años. Ha pasado tanto y tan poco desde entonces!

http://www.youtube.com/watch?v=wsgtSkuyiUE